Por: @CamiNogales
Estamos a tres días de acabar el 2021 y yo, desde ya, comienzo a preparar mis doce deseos porque no quiero que el viernes, a la medianoche, me sobren las uvas.
El primero y más importante que no es solo para mi, sino para todos los colombianos -lo que da cuenta de mi actitud poco egoísta y me hace merecedora de un mejor año que a ustedes- es la devolución de los $70.000 millones del anticipo que MinTIC le dio a Centros Poblados. Recuerden que el origen de ese monto proviene de los impuestos que pagamos juiciosamente porque, si no lo hacemos, a diferencia de estos contratistas, a nosotros sí nos cae todo el peso de la ley.
No quiero volver a escuchar las palabras ‘ecsenario’, ‘tatsi’, ni ‘setso’, ni leer los horrores, ortográficos y de redacción, de quienes postean en redes. Así como se esmeran con las fotos que publican, hagan lo propio con la redacción y ortografía. Esta es la imagen profesional que proyectan.
También exijo respeto por los fans de la pizza hawaiana, del pan de bono con bocadillo y del buñuelo con arequipe. No somos unas malas personas.
Pido, urgentemente, que vuelva el Té Matcha a Juan Valdez. Me rehúso a resignarme al capuchino, al latte, granizado o al americano. No quiero saber más de los ‘happycondriacos’, personas para quienes la felicidad es un deber en la vida. Bien lo resume el psicólogo Édgar Cabanas, quien asegura que la felicidad se ha vuelto "egoísta", se ha convertido en un "negocio", en "un producto de consumo". (Tomado de https://www.bbc.com/mundo/noticias-59669595). Les recuerdo que la vida tiene matices.
Quiero un año sabático, remunerado, para dedicarme a escribir e ir a conciertos, aquí y en el lugar del mundo que corresponda. Mis mayores deseos para mi y para quienes vivimos en Bogotá son menos trancones, menos cráteres y más seguridad. Tampoco quiero volver a escuchar o leer palabras como empatía, empoderamiento y resiliencia.
Si no es mucho pedir, les solicito a los congresistas aprobar, en el primer periodo legislativo, el proyecto radicado por Angélica Lozano y Mauricio Toro, ‘Contratistas con derechos’. Si somos mayoría, nos merecemos una mejor calidad de vida laboral.
Sería bueno que también aprobaran la iniciativa del representante Gabriel Santos de reducción de vacaciones para los ‘honorables’ y de paso el de reducción de salarios, pero creo que la palabra ‘reducción’ no es compatible con sus intenciones legislativas.
Quiero un 2022 sin Covid, gripa, pruebas PCR, ni tapabocas.
Este será un año electoral en el que hay que votar para, después, no llorar, ni marchar. Voten por el mejor y no por el menos peor. Lean, investiguen, vean noticias, escuchen y habrá alguien que se ajuste a lo que ustedes consideran es lo mejor para el país. Hagan uso de su buen criterio.
Les deseo un 2022 con mucho amor, música, risas, salud, haciendo lo que se les dé la gana y siendo felices. Solo buenas vibras para los que me quieren, y para los que no, también. ¡Feliz 2022!