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miércoles, 29 de enero de 2020

Protocolo para reuniones de trabajo



Por: @CamiNogales



El problema de organizar un desayuno o almuerzo de trabajo es que los asistentes se concentrarán más en comer (su principal motivación), en lugar de poner atención. Lo bueno es la concurrencia del evento; lo malo, la poca atención en el tema que los convoca. 

Independientemente de lo viable de esta reunión, hay una serie de reglas que es mejor aplicar en estos escenarios. 

En primer lugar, debe ponerse la servilleta en las piernas, pero recuerde siempre que la tiene ahí porque, de no ser así, terminará en el piso y tendrá que acudir a la manga del saco para limpiarse la boca. 

Cuando vea que empiezan a servir la comida, hágase el indiferente y no le haga seguimiento visual a cada plato y a su respectivo destino. 

A propósito, si es mujer, es mejor evitar el labial rojo porque no hay nada más desagradable que dejar la marca de los labios en el pocillo. Tampoco se meta en la boca más de lo que le cabe, es posible que mientras esto ocurra, un alto directivo lo esté viendo. De igual forma, cuando esté comiendo, mastique bien para evitar el bochorno que le puede causar una atorada. 

No coma tan rápido para que no se le note el hambre, pero tampoco tan despacio que se le enfríe -más de lo que viene- el café. En el momento en que vea que el mesero se acerca, córrase hacia la izquierda porque, de lo contrario, se ganará su 'guarapazo'. 

No hable con su vecino, hágase el interesado en la reunión y chateen, pero no de forma continua, más bien pausada, para que crean que están tomando apuntes. No importa si no está escuchando al expositor, asiente con la cabeza y siempre quedará bien. 

Si en su casa está acostumbrado a desayunar tres panes, cómase solo uno y a la salida compensa. En estos casos es mejor parecer que ser. 

Si sufre de alergia, siéntese lejos del aire acondicionado porque se le puede escapar un estornudo. Si no pudo evitar el estornudo, tenga kleenex a la mano para que no use la servilleta o, en su defecto, el mantel. 

Si se distrajo, pero ve que la gente se ríe, haga lo propio, con una expresión combinada de alegría y estupefacción. Cuando decida intervenir, haga una prueba de voz, dos segundos antes, para que no lo sorprenda la carraspera en la garganta. 

Ponga el celular en silencio ya que, de tanto manipularlo, puede presionar un inesperado video, cuyo volumen no podrá bajar de los nervios que le generará este imprevisto. 


Espere por lo menos media hora para irse después de comer para que no digan que “indio comido, indio ido”. Es mucho mejor un “indio comido, indio atento e indio ido”. Tampoco abuse y sea el último que se quede. Recuerde que la gente, a diferencia suya, debe trabajar.